jueves, 6 de noviembre de 2008


Ahora entiendo porque los que fueron Salta con el colegio vuelven diciendo que el viaje te cambia, que uno vuelve viendo algunas cosas de otra manera, y diciendo que de verdad vale la pena ir. Es increíble como uno se encariña tan rápido con esos nenes, como con solo estar dos días con ellos te encariñas tanto y a la hora de la despedida lloras tanto, como te demuestran tanto afecto en tan poco tiempo,viven colgados de uno, queriendo estar encima tuyo siempre, sin darte un respiro(que en momentos así no los necesitas, o por lo menos yo no los quería) y eso pasa con una escuela de nenes que te conocen dos días nada mas, y que cuando te vas corren hasta la otra punta de la escuela para seguir gritandote mientras te vas(esta escuela es una escuela-hogar los nenes viven en la escuela de lunes a viernes y el fin de semana vuelven a sus casas), con la otra escuela donde estábamos todos los días, donde nuestra casa quedaba a 3 casas de esa escuela y escuchabas los gritos de los nenes que te llamaban desde la vereda, te llenan de cartas, te abrazan, se acuerdan absolutamente todos de tu nombre, increíble.Pero no entiendo tampoco porque uno se tiene que empezas a conocer con otros a dos días de irse, como me paso a mi con José y Manuel por ejemplo.
Es una realidad muy diferente a lo que vivimos y me da bronca saber que mucha gente dice (porque lo escuche): te vas a mulear a Salta o te vas a ayudar a unos negritos, definitivamente esa gente no sabe nada, uno no va a mulear va a ayudar a los que lo necesitan, si para uno ayudar es mulear allá ellos, no saben nada, y negritos tampoco son, que escuchen cumbia, que no tengan todo lo que tenemos nosotros no es que sean negritos, puede que no tengan todo lo material que uno tiene, pero puedo asegurar que son muchos mas personas que aquellas que los discriminan, porque son criados en la calle quizás, tienen muchos problemas quizás también, pero valoran al máximo las cosas, para muchos de ellos que nosotros vayamos es una de las mejores cosas que les pasa, son 10 días de felicidad que uno le da, y eso hace sentir bien a cualquiera, y también enseña a valorar al máximo lo que uno tiene. La gente que piensa que se va a mulear, que son unos negritos, que critica a cualquier persona que pase por la calle por escuchar diferente música, por hablar diferente, que los rebaja con la mirada y los desprecia sin conocer(reconozco que algunas veces lo hice) le vendría bien ir y conocer una realidad muy diferente a la que viven, salir de la burbuja en la que viven, que alguien los valore de verdad, sentirse útil, y algunas otras personas que hacen eso por otro lado no merecerían ir. Este viaje es un dar y recibir, porque todo lo que das material o no, estos nenes lo devuelven con afecto, mucho afecto, en ese momento aseguro que a uno no le importan las diferencias, ningún tipo de diferencia. Hubo muchas veces, que yo estaba de mal humor o triste o que a otros les pasaba, veíamos a los nenes y se nos iva todo el mal humor, verlos felices por vernos, por lo menos a mi me hacia poner una sonrisa de oreja a oreja y uno no se puede mostrar mal adelante de ellos, porque se ponen mal ellos, es increíble cómo te cambian esos chicos.
Me fui con una espectativa de viaje muy diferente a la espectativa con la que volví, la verdad sobrepaso todo tipo de espectativas que podría haber llegado a tener.
Un viaje increíble.

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